Uno de los mitos con mayor expansión en relación con los psicólogos Bilbao es que quienes acuden a este profesional han perdido la razón o están padeciendo un trastorno psicológico.
Pese a que mucho se ha avanzado en cuanto a la definición del papel de los psicólogos y la manera en que pueden ayudar a sus pacientes, todavía existen personas que insisten en que es una pérdida de tiempo asistir a consulta si no están locos, o algo parecido.
Ciertamente estos profesionales ayudan a personas que tienen desórdenes psicológicos o problemas de autoestima a causa de su peso, estatura, alguna enfermedad que afecte su apariencia, el uso de brackets estéticos y en fin, cualquier otro motivo que pueda convertirles en blanco de burlas o exclusiones y afectar directamente la percepción que tienen de sí mismos.
Pero así como al médico no solo acudimos cuando estamos enfermos, sino que se recomienda visitarlo una vez al año para que realice una revisión preventiva, del mismo modo, es conveniente reservar un espacio para poner en orden nuestros sentimientos, partiendo de aquellos que nos agobian. Porque tan importante como la salud física, lo es la mental.
Razones para ir al psicólogo
Probablemente tienes amigos en quienes confías y que durante mucho tiempo han sido tus psicólogos, inclusive, a domicilio. Tener esta ayuda de parte de seres que amamos es algo invaluable, pero debemos reconocer que ellos no están capacitados para resolver nuestros problemas en un nivel profesional, por tanto, no nos sirven como excusa para evitar la consulta.
En este sentido, tengamos en cuenta que un amigo no es equivalente a un psicólogo, ni viceversa, porque el trabajo de este profesional no es involucrarse emocionalmente con nosotros, sino ayudarnos a superar los obstáculos que nos impiden estar sanos psicológicamente. Por tanto, aprendamos a distinguir entre los consejos de nuestras amistades y las orientaciones que recibimos de un experto.
Ahora bien, ya quedó claro que no es necesario padecer de algún trastorno para entablar una plática con estos profesionales, pero ¿podemos ir si estamos sanos? La respuesta es sí, porque muchas veces tenemos dudas acerca de nosotros mismos y esto no significa que estemos enfermos, simplemente necesitamos orientación para llegar a conocernos mejor y determinar cuáles hechos de nuestra vida, se convirtieron en la raíz de nuestras convicciones y actitudes.
De igual forma, si estamos atravesando un momento difícil es oportuno disponer de la ayuda que ellos puedan darnos para aprender a enfrentar este tipo de situaciones.
Muchas veces no se trata de que estemos enfermos mentalmente, sino de necesitar orientaciones para superar algunos obstáculos y aprender a conocernos realmente por nuestro bien y el de nuestros seres queridos. Perdamos el miedo y los prejuicios acerca de los psicólogos y dejémonos ayudar.