Los padres se preocupan por el bienestar de sus hijos en cada área de su vida. Y dado que “la felicidad radica, ante todo, en la salud” como dijo George William Curtis, es importante prestar atención a los detalles de su desarrollo físico y mental. Por tal razón, el estudio de la pisada para niños es uno de los procesos que podemos emprender con miras a garantizar que en el futuro nuestros pequeños se conviertan en adultos sanos y felices.
El análisis biomecánico de los niños, tanto de la forma de estar parados como de la marcha, lenta o rápida, permite hacer detecciones tempranas y aplicar correctivos a tiempo, de modo que el crecimiento y desarrollo de los sistemas óseos y musculares no se vean entorpecidos por una patología no identificada. Es así, que en las primeras etapas de su vida, apenas con el uso de plantillas especiales y férulas o la ejecución de ejercicios personalizados se puede corregir el problema.
Los trastornos más frecuentes entre la población infantil incluye los famosos pies planos y los menos conocidos, pies valgos que se asocian a un talón desviado lateralmente, lo que genera que el peso se mueva hacia la región media. También puede presentarse una postura inadecuada de los dedos, papilomas, estabilidad disminuida, apófisis calcánea que afecta sobre todo a los pequeños que practican de manera rutinaria algún deporte, etc.
¿Qué se hace durante el estudio estático y dinámico de la pisada?
Durante la realización del estudio biomecánico, al pisar o caminar, se analiza la morfología y la respuesta del pie ante los estímulos. Por otra parte, se examina su relación con el resto de las estructuras que conforman la extremidad inferior y hacen posible el movimiento: rodilla, cadera y columna vertebral.
Se recurre a la baropodometría, que no es más que una gráfica de la presión ejercida en diferentes puntos del área plantar y las estadísticas conocidas respecto a los parámetros espacio y tiempo. Asimismo, se emplea la videografía HD (alta calidad o definición) para detectar cualquier detalle que pudiera ser pasado por alto a simple vista.
¿Cuándo debe hacerse el primer estudio de la pisada? Después que el niño tiene una marcha definida, lo cual ocurre entre el quinto y sexto año de vida. Si usted ha notado que su hijo es inestable al pararse y caminar, se cansa muy rápido, sus pies son excesivamente planos o, por el contrario, tienen mucho arco o sus rodillas se ven desalineadas, busque ayuda en una clínica podológica a la brevedad posible.